Las exportaciones vitivinícolas y la pérdida de competitividad
En los últimos trimestres, la economía argentina ha mostrado un desmejoramiento en los principales indicadores de actividad. La economía de Mendoza depende en gran medida de la situación nacional; de hecho, desde el punto de vista estadístico, existe una alta correlación entre la tasa de crecimiento del PBG de Mendoza con la tasa de crecimiento del PBI de Argentina. El principal cliente de Mendoza es el resto del país, el llamado mercado interno. Pero no podemos dejar de destacar la relevancia que tienen las exportaciones como motores de la economía mendocina. Resulta oportuno repasar el comportamiento de las exportaciones de una de las industrias emblemáticas de Mendoza: la vitivinicultura.
De
acuerdo a un informe de Caucacia Wine Thinking, elaborado para Bodegas de
Argentina, las ventas totales en dólares correspondientes a los primeros cinco
meses del año 2014, registraron una caída del -4,3% respecto al mismo período
del año 2013. Las exportaciones vitivinícolas pueden agruparse en vino
fraccionado, mosto, vino a granel, y espumantes. Estos últimos (vino a granel y
espumantes) son los únicos componentes que registraron alzas; evidentemente, la
caída se observa en los mostos y el vino a fraccionado. Este dato no es menor
ya que los vinos fraccionados y el vino a granel concentran el 85 % de
las exportaciones.
Los
vinos embotellados en nuestro país han llegado a 112 países en los últimos
cinco meses. Este gran alcance geográfico es muy significativo y muestra el
gran trabajo que se está realizando para ganar mercados. No obstante, la
dependencia de algunos mercados continúa siendo notable. En efecto, sólo 10 de
los principales destinos representan casi el 80 % de la facturación total.
Un
capítulo aparte podría destinarse a los espumantes, los que sólo representan el
1 % de las ventas al exterior. A pesar de tener un peso relativo muy pequeño
dentro de las exportaciones, han mostrado gran dinamismo en los últimos meses,
marcando récords históricos por los aumentos registrados en valor y volumen.
Por
último, no podemos dejar de mencionar el papel jugado por el vino a granel, que
representa nada menos que el 25 % del total exportado en dólares, siendo
Estados Unidos el principal destino, interesado especialmente en los graneles
de vino blanco y de variedades como Malbec. En general, sigue siendo el
Malbec la variedad emblemática, representando cerca del 50 % del share de
exportaciones totales.
Muchos
se preguntan qué factores han motivado la desaceleración en las exportaciones.
Pueden mencionarse varios datos, pero sin duda, la pérdida de competitividad de
las economías regionales es un factor preponderante. El sector
vitivinícola no es ajeno a este fenómeno, donde los costos nominados en dólares
han aumentado a una tasa mayor que el tipo de cambio con el que se liquidan las
exportaciones. Es importante que toda la industria continúe explorando acciones
de eficiencia y mejoras en la competitividad, pero resulta imprescindible que
las variables macroeconómicas retomen su equilibrio y faciliten el desempeño de
las empresas. Mucho se escucha acerca de la necesidad de nuevas inversiones,
que incrementen el crecimiento potencial del país. Pero no podemos olvidarnos
que la condición necesaria para el desembarco de inversiones es contar con
rentabilidad. Sin rentabilidad no habrá inversiones. Sin inversiones, no habrá
incremento en el crecimiento potencial.
Lic.
José D. Atencio
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